El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del desarrollo que afecta el funcionamiento ejecutivo y los procesos de regulación emocional y conductual de las personas. Puede manifestarse de distintas formas, afectando a la capacidad para pensar, organizar, planificar, concentrarse y controlar la impulsividad. A continuación, explicaremos cómo tratar el TDAH y qué necesitas saber para detectarlo y prevenir sus complicaciones.
Qué es el TDAH
El TDAH se caracteriza por un déficit en las capacidades de atención y concentración, así como por una hiperactividad excesiva. Estas manifestaciones tienen una alta incidencia entre los niños, aunque también pueden darse en los adultos y en distintos grados de intensidad. Una persona con TDAH puede tener problemas para mantener el interés en una tarea, aunque suelen tener una gran creatividad e imaginación.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar el TDAH, un profesional de la salud debe evaluar los síntomas y descartar la presencia de otros trastornos asociados. En niños, la detección precoz del TDAH permite reducir el impacto de los síntomas en el desarrollo. En los adultos, pueden persistir algunos de los síntomas de la infancia, como la falta de atención o la impulsividad.
El tratamiento para el TDAH puede incluir una combinación de medicamentos, terapia conductual y entrenamiento para el manejo de la enfermedad. Los medicamentos son una ayuda para controlar los síntomas, mientras que la terapia comportamental y el entrenamiento en el manejo de la enfermedad ayudan a afrontar las dificultades relacionadas con el trastorno.
Síntomas y consecuencias
Los síntomas del TDAH son variados e incluyen dificultad para concentrarse, niveles bajos de atención, impaciencia, problemas de memoria, incapacidad para organizarse, dificultad para procesar la información y trastornos del habla. Estos síntomas pueden afectar a la vida cotidiana de las personas en ámbitos como la escuela, el trabajo o la vida social.
- Escuela: la falta de concentración puede dificultar el aprendizaje, ya sea el estudio de una materia escolar o la realización de tareas.
- Trabajo: la incapacidad para organizarse y las dificultades de atención pueden reducir la productividad y dificultar la relación con los compañeros de trabajo.
Mitos y realidades
Uno de los mitos más extendidos es que los niños con TDAH son incapaces de mantener la atención. Sin embargo, la realidad es que estos niños tienen grandes habilidades para la atención y concentración, aunque sólo para aquellas tareas que les interesan y que sean lo suficientemente estimulantes.
Otro de los mitos es que dar medicamentos es siempre la mejor opción. Esto no es cierto, puesto que el tratamiento adecuado depende de cada caso. Los tratamientos farmacológicos son una herramienta útil para aliviar los síntomas, pero no son la única solución. Los psicólogos y especialistas en terapias conductuales pueden ayudar a afrontar los síntomas del TDAH.
Impacto en la vida diaria
El TDAH tiene un gran impacto en la vida de las personas afectadas por él. El trastorno afecta tanto al ámbito educativo como al laboral, y puede dificultar el desarrollo de relaciones sociales. Por esto, es importante una evaluación precoz para tratar los síntomas con el objetivo de prevenir sus complicaciones.
Los tratamientos farmacológicos, la terapia conductual y el entrenamiento en el manejo de enfermedad son herramientas útiles para el tratamiento del TDAH. Estas terapias permiten al paciente aprender a controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. Es importante considerar siempre el contexto del paciente y establecer un tratamiento a medida de sus necesidades.
Fuentes
- Pineda, D. y González, A. (2020). Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad: evaluación y tratamiento. Madrid: Elsevier.
- Cuetos, F. y Colás, P. (2014). Neuropsicología del TDAH en adultos. Barcelona: Paidós.
Título del artículo: